En una carta enviada este viernes al medio local Jornal do Brasil, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) ha denunciado la política externa de los cancilleres del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que a su juicio, volvió a ser dictada por el Departamento de Estado estadounidense, en un retorno “vergonzoso” al complejo de sumisión que ya se había superado en su gobierno.
La nota hace también énfasis en cómo el Gobierno de Michel Temer, respaldado por el Congreso Nacional, tiene una “prisa desesperada” para entregar el patrimonio nacional y destruir su mayor empresa (Petrobras).
En ese sentido, alude a la reciente aprobación por la Cámara de Diputados, en régimen de urgencia y sin ninguna consulta popular, de la que considera “una de las leyes más vergonzosas de su historia” y mediante la cual se permite vender a los extranjeros el 70 por ciento de los inmensos campos petroleros del pré-sal.
De acuerdo con Lula, hay estudios que indican que el petróleo de esos campos será vendido a precios que oscilen entre los seis y los ocho dólares el barril, que es el costo de explotación, cuando el precio internacional del barril varía entre los 70 y 80 dólares.
Mas, la verdad es que el tiempo de ellos (Gobierno de Michel Temer) está acabando. Corren para entregar lo que prometieron a los patrocinadores del golpe del impeachment en 2016: nuestro petróleo, nuestras riquezas, las empresas del pueblo”, ha señalado el expresidente de Brasil Luis Inácio Lula da Silva.
“Mas, la verdad es que el tiempo de ellos está acabando. Corren para entregar lo que prometieron a los patrocinadores del golpe del impeachment en 2016: nuestro petróleo, nuestras riquezas, las empresas del pueblo”, ha señalado Lula, al tiempo que ha dicho que fue para eso que ellos derrocaron a la honesta presidenta Dilma Rousseff.
El exmandatario ha pronosticado que en octubre, Brasil va a elegir un gobierno democrático, con legitimidad para revertir la agenda del “entreguismo” y el “ultraliberalismo”. Ha dicho, además, que la nueva gestión se encargará de acabar con la farra de las privatizaciones y la entrega del patrimonio nacional.
“Pueden tener la seguridad que regresando al gobierno con la fuerza del pueblo y la legitimidad del voto democrático, vamos a revertir todo lo que están haciendo contra nuestra gente, contra los trabajadores y contra el país. Y Brasil va a volver a ser de los brasileños”, ha zanjado.
lvs/ctl/fdd/mjs