Varios individuos han atacado este domingo la sede de la embajada de Venezuela en La Paz, capital boliviana, luego de la renuncia del presidente del país, Evo Morales, en medio de una arremetida golpista y violenta de la oposición y luego de que las Fuerzas Armadas y la Policía pidieran públicamente la dimisión del dirigente indígena.
En un vídeo publicado en las redes sociales, se puede ver que uno de los rebeldes insta a “tomar” el edificio de la embajada y llama a los venezolanos residentes en Bolivia que “vengan que tomen este edificio”.
En este sentido, la embajadora de Venezuela en Bolivia, Crisbeylee González, ha denunciado ataques de sectores de la oposición, los cuales ha calificado como “encapuchados” y que han usado dinamita para tomar la sede diplomática de su país en territorio boliviano.
Estamos bien, pero se tomaron la embajada. Quieren hacer una masacre con nosotros. (…) Por favor, necesito que denuncien”, ha agregado la embajadora de Venezuela en Bolivia, Crisbeylee González, explicando sobre los ataques al edificio de la embajada de Venezuela en Bolivia.
“Estamos bien, pero se tomaron la embajada. Quieren hacer una masacre con nosotros. (…) Por favor, necesito que denuncien”, ha agregado González, a través de un audio que había grabado para describir la situación.
Ante esta situación, el politólogo argentino, Atilio Borón, a su vez, ha escrito en su cuenta en Twitter que “los fascistas amenazan a las embajadas de Venezuela y Cuba en La Paz, a sus instalaciones y a su personal. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA) deben detener a estas hordas infames” y ha subrayado Antonio Guterres y Luis Almagro, presidentes de ONU y OEA, respectivamente, “serán responsables por su inacción de lo que allí ocurra”.
El líder indígena, en el poder desde 2006, había accedido a un cuarto mandato hasta 2025 en primera vuelta de las elecciones, con el 47,08 % de los votos y más de 10 puntos porcentuales por delante del expresidente Carlos Mesa (36,51 %), según el cómputo oficial, objetado por la oposición.
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