Husein Barakat, un joven prisionero chií, ha perdido la vida este miércoles tras caer en coma debido a una infección pulmonar grave y falta de oxígeno después de ser infectado por el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19 en la prisión de Jau, donde están detenidos líderes políticos, defensores de los derechos humanos y otros presos de consciencia.
Las autoridades penitenciarias le habían negado la licencia médica temporal y ni siquiera habían informado a su familia sobre su estado de salud.
Su esposa fue informada de su muerte a través de una llamada telefónica desde el hospital esta mañana. Estaba cumpliendo cadena perpetua en la cárcel de Jau, en el sur de Manama, la capital, donde se han reportado más de 130 casos del coronavirus.
#Bahrain-i political prisoner Hussein Barakat died from a #coronavirus infection on Wednesday morning. He was serving a life sentence in Jaw Prison where more than 130 #COVID19 cases have been reported. pic.twitter.com/sVSMVVLoyP
— LuaLuaTV (@LuaLuaEnglish) June 9, 2021
La preocupación por la propagación del coronavirus en los centros penitenciarios de Baréin ha aumentado debido a la superpoblación y la carencia de un servicio de saneamiento adecuado.
tmv/tqi/hnb