“El Gobierno nunca descarta la posibilidad de una invasión china de Taiwán (…) Nadie puede descartar esta posibilidad. Necesitamos averiguar si sus legisladores son racionales o no”, indicó Tsai en su primera entrevista televisiva, retransmitida la noche del lunes, desde que tomó posesión del cargo en 2016.
La mandataria taiwanesa añadió que cuando se trata de las delicadas relaciones entre Taipéi y Pekín, desde una perspectiva regional, cualquier legislador “racional” debe considerar “muy cuidadosamente” la iniciativa de librar una guerra contra la isla como una opción.
Recalcó que una China racional nunca lanzaría un ataque militar contra la isla dado su alto coste a nivel militar y por la imagen que daría Pekín de cara al exterior.
El Gobierno nunca descarta la posibilidad de una invasión china de Taiwán (…) Nadie puede descartar esta posibilidad. Necesitamos averiguar si sus legisladores son racionales o no”, indicó la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen.
Sobre el constante patrullaje de China alrededor de Taiwán u otras actividades, incluidas las maniobras militares, Tsai aseguró que el Ejército está vigilando, atentamente, cada acción o movimiento y reaccionará de forma adecuada ante cualquier situación.
En tal sentido, la presidenta taiwanesa advirtió a China de que su creciente intimidación militar y diplomática, con el arrebato de aliados diplomáticos como Panamá y el envío de aviones y navíos militares a las cercanías, no logrará el objetivo de domeñarla, sino, por el contrario, desencadenará una “mayor determinación” por parte del Gobierno taiwanés para proteger la libertad y la democracia de la isla, algo que no debe ser “subestimado”.
“No se debe subestimar la determinación de la presidenta”, alertó Tsai, quien además expresó su disposición a negociar con China, “sin precondiciones”, por el bien de la paz y la estabilidad regional.
Desde que Tsai, del independentista Partido Demócrata Progresista, pasara a asumir el cargo de presidenta de Taiwán, China ha intensificado su presión sobre la isla para que acepte el llamado Consenso de 1992, una fórmula ambigua que Pekín interpreta como que Taiwán es parte de China y que la mandataria taiwanesa no reconoce.
Pekín, que hasta el momento se ha abstenido de recurrir al uso de la fuerza militar para reunificar la isla, ha prometido que retomará el control total de la zona en 2020.
ask/anz/ftn/rba