El ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, presentó en Berlín (capital) su plan antimigratorio, mientras admitió que es suyo y no tiene el apoyo de los tres partidos que integran la coalición del Gobierno.
La nueva medida prevé, entre otros puntos, establecer un nuevo régimen fronterizo en el límite con Austria, para evitar que solicitantes de asilo, que ya han presentado su solicitud en otros países de la Unión Europea (UE), entren en Alemania.
También busca crear centros de tránsito desde donde los solicitantes de asilo puedan ser devueltos directamente a los países responsables.
Austria, que preside este semestre la UE, a su vez, dio un paso más allá proponiendo enviar soldados para controlar las fronteras externas del bloque comunitario, que podría extenderse a los países de África.
En esta misma línea de dura política antimigratoria, Italia prohibió este martes atracar en sus puertos a un barco que trasladó a decenas de migrantes rescatados frente a las costas libias.
El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, advirtió que si Alemania y Austria buscan enviar a los migrantes a su país, deben ayudar a Roma a cerrar las fronteras externas.
Italia es uno de los principales destinos europeos al que llegan los migrantes, en su mayoría procedentes de los países africanos. Desde principios de año, cerca de 17 mil de personas llegaron a Italia y 1500 murieron en aguas del Mediterráneo en el intento.
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