Cuatro días después del atentado, los estudiantes volvieron el sábado al colegio. Una organización no gubernamental (ONG) distribuyó flores y bolígrafos entre los estudiantes.
Los maestros exigen a los talibanes que se esfuercen más para brindar protección a los ciudadanos afganos que en los últimos días han sido blanco de ataques terroristas.
La doble explosión del miércoles a la puerta de la escuela de Abdul Rahim Shahid, ubicada en el oeste de Kabul, uno de los tantos contra la minoría chií, dejó decenas de muertos y heridos entre estudiantes y las personas que acudieron al lugar para ayudar. Talibán dicen que adoptarán nuevas medidas para impedir incidentes similares.
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