Este jueves, en la última jornada de la cumbre de dos días, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, exigió el fin de los enfrentamientos y recordó que la valentía en la paz es más importante que en la guerra, porque requiere más sacrificios. En su declaración final de seis artículos, los representantes de Kabul y de Talibán también coincidieron en que la guerra no es la solución.
Las delegaciones afganas también coincidieron en que todos deben trabajar para hallar una solución política. Además, agradecieron los esfuerzos de Teherán para contribuir a la paz en su país.
Tras 20 años de la presencia militar en Afganistán, las tropas de EE.UU. y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han comenzado su salida definitiva del país asiático, dejando a este país sumido en la violencia. Entretanto, los talibanes han aumentado sus ofensivas en el territorio afgano y alegan haber ocupado más de 100 distritos, lo que ha causado la preocupación.
Durante las últimos dos décadas, más de 2500 soldados estadounidenses han muerto y más de 20 mil resultaron heridos. A eso se suma la muerte de cientos de militares de naciones aliadas, más de 60 mil de las fuerzas afganas y casi el doble de víctimas civiles. Así que la complicada pregunta que hay que hacerse es: ¿valió la pena?
jpb/tqi