Detrás de la Razón - Elecciones en Alemania
Alemania, la batuta conductora, la primera potencia de Europa ha elegido hoy. Angela Merkel lograría su cuarto mandato.
Merkel, le llaman la mujer más poderosa del mundo porque no solo ha podido superar un sinnúmero de escollos y crisis, como la de 2008, la griega, que amenazaba con el declive del bloque comunitario, la de los refugiados, sino porque ha aportado seguridad y confianza a su pueblo en momentos difíciles.
La segunda fuerza política sería el Partido Socialdemócrata (SPD, en alemán), con Martin Schulz a la cabeza, quien no ha conseguido cautivar a los alemanes perdiendo en elecciones regionales.
Lo que hoy suscita interés es el partido anti-Islam, antiinmigrante, xenófobo, Alternativa para Alemania (AfD), que se haría con el tercer puesto instrumentalizando las crisis de las que hasta ahora Merkel ha salido bien parada.
Alemania se debate entre la crisis de los refugiados, el abandono del Reino de la Unión Europea (UE), los atentados terroristas, el auge de la extrema derecha en el país. El panorama internacional nada halagüeño, el presidente de EE.UU., Donald Trump, y su postura de dar al traste con las relaciones trasatlánticas, las tensiones con Turquía, la crisis en la península coreana y un largo etcétera.
61 millones de ciudadanos habilitados acaban de elegir a sus representantes en el Parlamento federal de Alemania (Bundestag) y ellos, a su vez, escogerán a quien liderará el Gobierno por los próximos cuatro años. Entre el abanico de dónde elegir, los germanos tienen:
Unión Demócrata Cristiana (CDU, en alemán), la formación favorita de los alemanes, con Merkel a la cabeza, está integrada también por la Unión Social Cristiana (CSU) de Baviera y se define como un partido "del centro, demócrata cristiano, liberal y conservador".
El SPD, la segunda fuerza del país, es liderado por Martin Schulz, quien fuera presidente del Parlamento Europeo (PE), apela a la mayoría solidaria con la visión de una sociedad libre, justa y solidaria. Schulz irrumpe en la escena política de Alemania este año, pero su experiencia y conocimiento de los complejos procesos europeos le fueron escasos para lidiar con los problemas internos del país, y las pérdidas sufridas en las elecciones regionales.
AfD, su bandera es la ideología xenófoba, son euroescépticos y ultraderechistas. La crisis migratoria de 2015, los atentados terroristas en Alemania, las cuestiones en el este del país han hecho mella y de eso se ha valido este incipiente partido. Sería la primera vez en 70 años que un partido de ultraderecha entrase en el Bundestag. Su discurso nacionalista, antiinmigración y anti-Islam le han abierto un hueco en la política, es más se pronostica que alcanzará el 13 % de los votos llegando al Parlamento por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Pero las demás formaciones le han condenado al aislamiento y nadie quiere alianzas con ellos. Su bastión está en el este del país.
Los Verdes, se fundamentan en la protección del medio ambiente. La Izquierda, que busca elevar el salario mínimo y terminar las intervenciones militares en el extranjero, y el Partido Liberal Demócrata (FDP) aboga por recortar los impuestos y terminar con la liberación de los mercados financieros.
Se barajan distintas coaliciones: Merkel los liberales y los verdes o un Gobierno entre SPD, Izquierda y Verdes. Lo que es de mencionar es que si se forma una coalición entre Merkel y los socialdemócratas, Schulz podría ser nombrado ministro de Exteriores, y de aceptar, AfD pasaría a ser el primer partido de la oposición, pero para eso habrá que esperar.
Aun cuando Merkel no es una líder carismática, muchos alemanes apuestan por ella por la estabilidad, la seguridad y confianza que ha sabido inspirar en ellos.
Moderación, discreción y perseverancia han sido los rasgos de Merkel que han cautivado a los alemanes. Quizá fueron los primeros años de su formación la marcaron. Los psicólogos dicen que los primeros cinco años de toda persona son fundamentales, nacida en una familia religiosa, su padre un pastor luterano en medio de la Alemania comunista, precisamente esos años de represión con amagos de libertad que intenta brindarle su padre, la dedicación a los discapacitados, el valor de la paciencia para alcanzar grandes logros, la sangre fría en momentos de tensión extrema le han convertido en una líder mundial. Pero no se puede dejar de mencionar su cambio de postura en el ejercicio de la política.
La crisis de los refugiados por la que tanto alzó la voz, al parecer, ya no es la bandera que enarbola hace pocos días, ordenó el refuerzo de las fronteras alemanas en lo que el diario Der Spiegel catalogó como "Terminó el cuento de Hadas", no podemos olvidar que ella abandonó a su mentor, Helmut Kohl, cuando este cayó en desgracia tras un escándalo de financiación ilegal.
También, se le acacha por su postura draconiana con ciertos países europeos, que la tachan de tener una actitud de "intransigencia egoísta" por la severidad en temas económicos, por su deseo de mantenerse en el poder sin dejar paso a nuevos líderes, el abrir las puertas a los inmigrantes, entre los que han llegado integrantes de grupos terroristas, no haber podido impulsar una agenda para frenar los atentados, la mano dura de la policía contra los activistas antiguerra, grupos de derechos humanos en la cumbre del G20 y más.
Además, es latente el cansancio de los alemanes respecto a las coaliciones, rasgo de este país, para determinar el Gobierno, puesto que esas alianzas hacen que un canciller pueda ser sempiterno.
Al final del día con Merkel o sin ella, Alemania seguirá, por el momento, liderando el bloque europeo y siendo pieza clave en la escena internacional y potencia económica. Lo que se espera de Alemania es ayudar a los necesitados que logran llegar a su suelo, intervención eficaz en los problemas que acucian al mundo, como las crisis de los rohingyas, de los palestinos, de los latinoamericanos que se suben en trenes de la muerte para huir de la violencia y los malos gobiernos, y todas las demás cuestiones que como la potencia europea más fuerte está llamada a atender.
El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México y Colombia, una de la tarde.
Por: Cristina Leiva.
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