En un discurso pronunciado este martes con motivo del aniversario del “Grito en la cara de los arrogantes”, Abdul-Malik al-Houthi ha señalado que Estados Unidos “se encamina hacia el declive”, detallando que “el poder económico de este país, a través del cual controlaba al resto del mundo, se está debilitando”.
Ha dicho que EE.UU. se encuentra inmerso en “profundas crisis interna y externa” y es actualmente el país con la mayor deuda externa del mundo.
En lo que respecta a Asia Occidental, Al-Houthi ha señalado que durante la última década Washington trató de encontrar vías para acabar con los conflictos librados en la región para poder “dedicarse a competir con China y Rusia”, pero no pudo ganar ninguna batalla, “ni en Siria, ni en Irak, ni en Palestina, ni en Yemen”.
En el caso concreto de Yemen, el líder popular ha destacado que la prolongada agresión contra Yemen, liderada por Arabia Saudí, y apoyada directamente por EE.UU., “ha fracasado y no ha alcanzado sus objetivos”.
Sobre los esfuerzos en curso para lograr la paz en Yemen, mediados por Omán y apoyados por las Naciones Unidas, ha denunciado que Estados Unidos y el Reino Unido se oponen a cualquier solución pacífica del conflicto.
Washington y Londres quieren que se mantenga el bloqueo saudí a Yemen, y traman complots para apoderarse de las islas y aguas territoriales y recursos naturales del empobrecido país árabe, ha avisado, y subrayado que “esto sería inaceptable”.
Se ha dirigido luego a Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos que lideran la llamada coalición agresora a Yemen, diciendo que si “quieren la paz y el fin a la guerra, deben asumir sus obligaciones”, es decir, “acabar con el asedio y la ocupación”.
Ha advertido que el Ejército y los combatientes yemeníes “tomarán las medidas militares apropiadas para evitar cualquier intento de saquear la riqueza de Yemen en tierra y mar”.
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