“¡¡Expectativas!! Algunos esperan que los objetivos se limiten a los pozos y refinerías de petróleo y plantas desalinizadoras, en caso de que fracasen las negociaciones”, indicó este martes Muhamad al-Frah, un miembro de la oficina política del movimiento popular yemení Ansarolá, en su cuenta en Twitter, advirtiendo a la coalición agresora.
El dirigente de Ansarolá agregó que “por supuesto, [las instalaciones de] el petróleo es algo que se da por sentado, y de eso no hay duda. Sin embargo, las expectativas indican que la navegación se detendrá por completo y todos nos quedaremos sin puertos y aeropuertos”.
Mientras tanto, urgió a los saudíes a “tener en cuenta la reconciliación antes que los intereses de los estadounidenses”.
¿Llega la paz a Yemen, tras 8 años?
El 8 de abril, una delegación saudí de cinco miembros encabezada por el embajador saudí en Yemen, Muhamad al-Yaber, junto a una delegación omaní, llegaron a Saná (la capital yemení) para mantener conversaciones con el jefe del Consejo Político Supremo de Yemen, Mahdi al-Mashat, en el marco de un nuevo esfuerzo a fin de pactar un armisticio.
De hecho, esa fue la primera visita de la delegación saudí a Saná desde el comienzo de la guerra contra el país más pobre del mundo árabe.
En la primera ronda de negociaciones, las partes acordaron liberar a 900 prisioneros de ambos lados para mostrar su buena voluntad.
Se suponía que la segunda ronda de negociaciones entre Riad y Saná se lleve a cabo después del Eid al-Fitr, la festividad religiosa que se celebró el pasado fin de semana en los países musulmanes y que marca el fin del ayuno del mes sagrado de Ramadán.
El miembro del Consejo Político Supremo, Muhamad Ali al-Houthi, confirmó el viernes que cualquier progreso positivo en las conversaciones yemení-saudíes depende de que “Arabia Saudí tome medidas concretas a nivel humanitario como una prioridad para la gente de Yemen”.
Con anterioridad, el miembro del Consejo Político Supremo de Yemen, Muhamad al-Bajiti, había subrayado que Estados Unidos, el Reino Unido e Israel están enojados ante cualquier convergencia en la región y la proximidad de Riad y Saná, y por ello, hacen todo lo posible para evitar la reconciliación en la región.
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