En esta jornada electoral, más de 61 millones de alemanes aptos para votar tienen hasta las 18H00 (16H00 GMT) para acudir a las urnas.
Los últimos sondeos pronostican que la Unión Cristiano Demócrata (CDU, por sus siglas en alemán) de Merkel podría hacerse con una rotunda victoria de al menos 36,5 % de los votos.
El Partido Socialdemócrata (SPD, por sus siglas en alemán) ocuparía el segundo lugar con 22 % y los liberales del Partido Liberal Demócrata (FDP) quedarían con un 11 % en el tercer puesto, seguido por la extrema derecha de la Alternativa para Alemania (AfD) con 10 %, la izquierda de Die Linken (9 %) y los Verdes (8 %).
Los partidarios de Merkel ven esta figura política una líder capaz de hacer frente a los presidentes de EE.UU. y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin, respectivamente. No obstante, sus detractores la critican por sus políticas de austeridad y su postura ante el caso de refugiados y la inmigración, un tema que en su opinión “arruina a Alemania”.
Merkel, en un acto público celebrado el sábado en Berlín (la capital), llamó a participar en los comicios para reforzar la estabilidad de la Unión Europea (UE) y garantizar la fortaleza de Alemania. Ella reconoció que hay muchos votantes indecisos.
El mismo día, el ministro del Interior, Thomas de Maiziere, arremetió duramente contra la canciller y, en una entrevista concedida a sitio web local t-online.de, la describió como un “lobo con piel de cordero”.
Hoy, los alemanes decidirán si quieren un cuarto mandato de Merkel o, de lo contrario, optan por girar a la izquierda y apostar por el socialdemócrata Martin Schulz.
Hasta el momento ningún partido ha sido suficientemente poderoso para gobernar solo en Alemania. El país ha contado siempre con una coalición al igual que se espera en esta legislatura. Se podría estar hablando de dos o incluso tres partidos en el Gobierno.
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