El presidente del Parlamento venezolano, de mayoría opositora, Julio Borges, anunció el jueves que pedirán a organizaciones no gubernamentales internacionales y organismos multilaterales que auditen con independencia los comicios del domingo, en los que el oficialismo ganó 18 de las 23 gobernaciones, y cuyos resultados la oposición rechaza.
La estrategia opositora podría provocar más sanciones internacionales contra el Gobierno venezolano, debido a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y 12 países latinoamericanos han apoyado una revisión de los sorpresivos resultados, que contradijeron todos los sondeos de opinión.
“Hicimos un gran esfuerzo, nos pusimos la meta de saltar todos los obstáculos y el Gobierno lo que hizo fue sofisticar su fraude y su trampa”, denunció Borges, quien acusó de “hipócrita” al presidente venezolano, Nicolás Maduro.
La oposición, agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), busca apoyo internacional para conseguir mejores garantías de cara a la elección presidencial del año que viene y poder recuperar la confianza de sus seguidores en una salida electoral a la aguda crisis política y económica que afronta el país suramericano.
Hicimos un gran esfuerzo, nos pusimos la meta de saltar todos los obstáculos y el Gobierno lo que hizo fue sofisticar su fraude y su trampa”, denunció el presidente del Parlamento, Julio Borges.
La oposición asegura que perdieron por el desánimo de sus seguidores frente a una combinación de trampas, como la de cambiar a última hora los lugares de sufragio de muchos votantes o incluir en las boletas los nombres de políticos de la oposición que perdieron en primarias y no competían.
Dos de los candidatos opositores que perdieron los comicios dijeron el miércoles que impugnarán el proceso. En uno de los casos la oposición dice que tiene pruebas de cómo el árbitro electoral alteró los resultados horas después de cerrada la votación, sin permitir el acceso a testigos.
Al juramentar a los gobernadores oficialistas, el presidente Maduro recordó que dos candidatos opositores aceptaron la derrota en los comicios y atribuyó a la “desesperación” las denuncias de sus adversarios.
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