Las relaciones entre los Gobiernos de Venezuela y Alemania se encuentran en un impasse, luego de que la canciller alemana, Angela Merkel, recibiera el miércoles al presidente del Parlamento venezolano, el opositor Julio Borges, quien denunció un supuesto deterioro de las condiciones democráticas en el país bolivariano.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que para contrarrestar las sanciones de la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, implementará un nuevo sistema de cambios para facilitar el comercio exterior basado en una “canasta de monedas” que incluirían el yuan chino, el yen japonés, el rublo ruso y quizás el euro, siempre y cuando la Unión Europea (UE) se abstenga de tomar medidas “imperialistas” contra Venezuela.
"Venezuela va a implementar un nuevo sistema de pago internacional y va a crear una canasta de moneda para librarnos del dólar (…) como moneda opresora de nuestro país", explicó Maduro.
"Yo quiero que utilicemos el euro. Ojalá (no se sumen a las sanciones de Washington), modestamente lo decimos, con humildad lo decimos desde Venezuela, pero a nosotros no nos va a torcer el brazo nadie, ni Alemania, ni Washington”, agregó el jefe de Estado quien además destacó que Venezuela está enfrentando una “persecución” financiera.
Yo quiero que utilicemos el euro. Ojalá (no se sumen a las sanciones de Washington), modestamente lo decimos, con humildad lo decimos desde Venezuela, pero a nosotros no nos va a torcer el brazo nadie, ni Alemania, ni Washington”, dijo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
En referencia a la reunión mantenida entre Merkel y Borges, Maduro tildó de "mafioso" al jefe legislador, lo acusó de estar "llamando al bloqueo financiero y a la persecución económica contra el país" y de "prepotencia" y "arrogancia" por reunirse con los "imperialistas".
Borges aseguró que la canciller alemana expresó su respaldo al Poder Legislativo venezolano, que ha sido “virtualmente despojado” de todas sus funciones por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), un hecho que se agravó tras la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente venezolana (ANC), algo que la oposición califica de "golpe de Estado".
"No me importa lo que diga la Merkel o la reina de Inglaterra. En Venezuela debe haber justicia. Aquí, la justicia, el Estado no lo manejan desde Londres, ni desde Madrid, ni desde Washington", afirmó Maduro, quien pidió a la ANC que Borges sea juzgado por “traidor a la patria”.
Horas antes, el ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, había repudiado “el apoyo dado por el Gobierno alemán a políticos opositores que han atentado contra la democracia y la paz en Venezuela”.
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