La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) aprobó el martes en una sesión ordinaria un decreto para investigar a las personas involucradas en la promoción de las sanciones estadounidenses contra la República Bolivariana y contra los intereses del pueblo venezolano y a quienes se les “realizará un juicio histórico”.
La ANC anunció que los dirigentes opositores fueron quienes solicitaron el “bloqueo financiero y la injerencia militar en el país” y “el Gobierno norteamericano solo hizo caso al llamado de ellos”. De acuerdo con esto, declaró que “la oposición es una organización criminal para la intervención en Venezuela”.
La presidenta de la ANC, Delcy Rodríguez, señaló al presidente de la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges, y a su vicepresidente, Freddy Guevara como los principales responsables del bloqueo financiero, y de pedir ayuda a las instancias internacionales para “asfixiar la economía en Venezuela”.
Sectores extremista de la oposición se han dedicado sistemáticamente a forjar alianzas con otras naciones extranjeras para atentar contra la estabilidad de Venezuela", señaló la asambleísta Gladys Requena.
Durante la sesión de la ANC donde también se discutió un decreto en rechazo a las sanciones anunciadas por el Gobierno estadounidense, el asambleísta Adán Chávez recordó que estas son el resultado de la aceleración de los planes de golpe de Estado continuado para acabar con la Revolución Bolivariana, acción que inició hace 18 años.
Agregó que la arremetida imperial, secundada por la dirigencia opositora nacional, tiene tres líneas de acción fundamentales. La primera la guerra mediática psicológica nacional e internacional, la guerra económica y la guerra terrorista.
Igualmente, la asambleísta Gladys Requena denunció que "sectores extremista de la oposición se han dedicado sistemáticamente a forjar alianzas con otras naciones extranjeras para atentar contra la estabilidad de Venezuela". "Hemos visto como han ido a los congresos del mundo para solicitar que Venezuela sea intervenida", acentúo Requena.
El embargo contra Venezuela fue anunciado dos semanas después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, barajara “muchas opciones”, incluyendo “la opción militar” para zanjar lo que consideró la crisis venezolana.
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