"Aquí está la respuesta del pueblo en la calle. Un río crecido de coraje, de valentía, un río crecido ha recorrido Caracas", ha dicho el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, ante miles enezolanos, vestidos de rojo, que se han movilizado hacia el palacio de Miraflores (sede presidencial).
El jefe de Estado, dirigiéndose directamente a su homólogo estadounidense, ha espetado el clásico grito "Go home" y ha afirmado que "el pueblo venezolano no cumple órdenes del imperialismo".
Maduro también ha criticado a los gobiernos "entreguistas" de la derecha de América Latina que avalaron las objeciones del mandatario estadounidense contra la recién elegida Asamblea Nacional Constituyente (ANC) mientras que, recuerda, esta instancia fue avalada por el pueblo que, el pasado 30 de julio, durante las elecciones de los asambleístas, los venezolanos dieron una lección de paz al mundo.
Asimismo, ha arremetido contra la oposición, responsabilizándola por la violencia que vive el país desde hace cuatro meses con un saldo de "más de 100 muertos" y ha dispuesto que los responsables intelectuales de las acciones vandálicas y terroristas, para justificar una intervención extranjera, deben responder al pueblo.
Este mismo lunes, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, en nombre de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB), ha reafirmado el apoyo de los militares al presidente Maduro ante las "graves amenazas" de EE.UU. y ha reiterado la disposición de las FANB a "defender la patria y sus instituciones hasta perder la vida si fuese necesario".
El pueblo venezolano no cumple órdenes del imperialismo”, ha enfatizado el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Padrino López, quien ha catalogado la declaración de Trump de “indignante” y “desmesurada”, ha subrayado el incondicional apoyo y la absoluta lealtad de las Fuerzas Armadas al presidente Maduro, en cuyo liderazgo confían las FANB "para superar las dificultades y encontrar el camino hacia la reconciliación, la paz, la estabilidad y el desarrollo nacional".
La declaración de Trump inquietó a muchos países en la región, incluidos los estrechos aliados de Estados Unidos, como el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien ante el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, expresó el domingo su desacuerdo con una acción bélica.
Estados Unidos impuso recientemente sanciones financieras y jurídicas contra Maduro y una veintena de sus funcionarios y excolaboradores, acusándolos de quebrantar la democracia, corrupción o violación de los derechos humanos.
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