En estos cerros caraqueños, la pregunta resulta ingenua, y la respuesta es fácil: ¿Cuál es el problema más apremiante?
Las redes privadas de distribución perjudican tanto a productores como a consumidores.
Este tesoro viene en una caja los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), organizados masivamente para responder a la guerra económica y mantener los niveles de nutrición.
Dicho de otro modo, revolución es también mirar para adentro: Las guerras se ganan con soberanía alimentaria.
Alejandro Kirk, Caracas
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