“Debe cesar inmediatamente el llamado a la violencia por parte de los factores políticos que han abandonado la política para tratar de imponerle al país la agenda por la vía de la violencia”, ha reclamado este lunes el titular de la Cartera para la Comunicación e Información de Venezuela en la sede de la Cancillería, en Caracas.
En una rueda de prensa, Villegas ha señalado que Venezuela está inmersa en una nueva oleada de violencia con características muy peculiares que causan preocupación tanto al país como a la comunidad internacional.
Tales manifestaciones violentas, detalló el ministro, están cargadas de intolerancia y odio, con tintes de expresiones fascistas y de irracionalidad, en perjuicio de las formas de dirimir diferencias entre sectores políticos que representan a la nutrida sociedad venezolana.
Se ha visto cómo esas expresiones constituyentes de delitos de odio están al orden del día, dijo el ministro, para luego añadir que las mismas son favorecidas por el lenguaje de la dirigencia opositora, que se niega a unirse a la convocatoria de diálogo nacional por la paz que el presidente Nicolás Maduro ha propuesto con la Asamblea Nacional Constituyente.
Debe cesar inmendiatamente el llamado a la violencia por parte de los factores políticos que han abandonado la política para tratar de imponerle al país la agenda por la vía de la violencia”, reclama el ministro para la Comunicación e Información de Venezuela, Ernesto Villegas.
Asimismo, Villegas alertó de que los referidos sectores políticos utilizan los nombres de las personas fallecidas para cargarle al Gobierno “una política de Estado conducente a la muerte de venezolanos”.
En Venezuela se han producido más de 1.600 manifestaciones en todo el país, de las cuales al menos 600 eran de corte violento, informó el alto funcionario echando mano a cifras facilitadas por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Estas peticiones ministeriales a la oposición venezolana de abandonar la vía violenta para solventar sus diferencias con el Ejecutivo nacional se producen cuando los medios de comunicación se hacen eco de que varios supuestos simpatizantes de la derecha prendieron fuego a más de 50 autobuses en el estado Bolívar (este), dejando una perdida económica valorada en unos 11 millones de dolares.
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