En rueda de prensa durante la XVII Cumbre del Movimiento No Alineado (MNA), celebrada en la isla de Margarita, en el norte de Venezuela, Aristóbulo Istúriz,afirmó el jueves que la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) por haber empezado tarde los trámites del revocatorio ya no tiene tiempo de realizar la consulta en 2016.
Por tanto, de acuerdo con el vicepresidente, si la oposición quiere el referendo se realizará en 2017 y eso significa cambiar un chavista por otro; lo que evidencia el fracaso de la oposición en cambiar el sistema político del país.
Si se celebra después del 10 de enero de 2017—cuando empieza el cuarto año de mandato— y el gobernante es revocado, sería sustituido por su vicepresidente que también un chavista.
No se hace nada quitando un chavista para poner otro chavista. No hacen nada con quitar a Maduro para poner a otro de nosotros, eso no tiene sentido. Para cambiar el régimen, como dicen, tienen que poner a uno de los suyos y eso debe hacerse en un lapso y ya no les dio tiempo", insistió el vicepresidente venezolano, Aristóbulo Istúriz.
Ante ese segundo escenario, Istúriz señaló que no le ha pasado "por la cabeza" asumir la presidencia, pues está seguro de que Maduro seguirá gobernando hasta enero de 2019, y que, en todo caso, para la oposición "no tiene sentido" un referendo en 2017, pues no podría cambiar el sistema socialista, que es su objetivo.
"No se hace nada quitando un chavista para poner otro chavista. No hacen nada con quitar a Maduro para poner a otro de nosotros, eso no tiene sentido. Para cambiar el régimen, como dicen, tienen que poner a uno de los suyos y eso debe hacerse en un lapso y ya no les dio tiempo", insistió.
Además, el vicepresidente aseguró que "no hay peligro de un estallido social" en caso de que no haya referendo este año, como han advertido los dirigentes de la oposición.
Asimismo, Istúriz se mostró "pesimista" frente a un posible diálogo porque "la oposición no tiene interés en conversar" y también aseguró que los chavistas no pueden dialogar con la derecha que tiene como meta sacarlos del poder, "aunque venga ese diálogo del Vaticano, del cielo o del infierno".
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