Así lo ha anunció el jueves Ernesto Samper, secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que promueve el diálogo entre el Ejecutivo y la plataforma opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
"Hemos también encontrado una aceptación en las partes para que esta tarea que estamos haciendo de facilitación y acompañamiento se vea acompañada por el Vaticano", afirmó Samper en el palacio presidencial de Miraflores en Caracas, durante una conferencia conjunta con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien a su vez dijo que se está "abriendo un camino" para el diálogo político.
Hemos también encontrado una aceptación en las partes para que esta tarea que estamos haciendo de facilitación y acompañamiento se vea acompañada por el Vaticano", afirmó el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
El titular de Unasur advirtió además de que los venezolanos se enfrentan a la disyuntiva de iniciar conversaciones o "la profundización de la polarización, de la violencia, del injerencismo".
Estas declaraciones se produjeron luego de que Samper y Maduro mantuvieran una reunión con los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (del Gobierno español), Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá), quienes integran la mediación auspiciada por Unasur, equipo de mediadores en el que la MUD exigía la incorporación del papa Francisco.
Además, para sentarse a dialogar, la oposición reclama que se celebre este año un referendo revocatorio que impulsa contra Maduro, la liberación de sus dirigentes presos y el respeto a la autonomía de la Asamblea Nacional (AN), dominado por la MUD desde enero pasado.
Por su parte el presidente de la AN, el opositor Henry Ramos Allup, ha asegurado este mismo jueves que la oposición decidirá el próximo fin de semana si acepta o no participar en una mesa de diálogo con el Gobierno de Maduro.
Venezuela experimenta una complicada situación política desde que la oposición se hizo con el control del Parlamento y centró sus esfuerzos en poner fin al Gobierno de Maduro, recolectando firmas y en muchos casos falsificándolas para activar el revocatorio contra el presidente, quien, por otra parte, acusa a la derecha nacional y a la internacional de promover una guerra no convencional para derrocarlo.
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