"A veces uno se angustia por las reacciones ante la posibilidad de diálogo, yo diría que hasta virulentas, desmedidas (...). Hay que agotar la posibilidad de diálogo así una gente se ponga brava", señaló el viernes Henry Ramos Allup a la prensa, según un comunicado enviado por su despacho.
Sus declaraciones se producen después de que el líder opositor Henrique Capriles cuestionara la disposición de la oposición para entrar en diálogo con el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, mientras aun no se ha fijado fecha para avanzar con el referendo revocatorio contra el mandatario
"Nosotros no podemos ir a un diálogo simplemente para que Maduro gane tiempo o se lave la cara", afirmó Capriles en rueda de prensa, para después desafiar a la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a expulsarlo si no está de acuerdo con su postura.
A veces uno se angustia por las reacciones ante la posibilidad de diálogo, yo diría que hasta virulentas, desmedidas (...). Hay que agotar la posibilidad de diálogo así una gente se ponga brava, señaló Ramos Allup a la prensa, según un comunicado enviado por su despacho.
La oposición recolectó, entre el 27 y 29 de mayo, 1,1 millón de firmas para cumplir el primer paso del procedimiento refrendario, casi seis veces la cifra requerida, que era el equivalente al 1 % de los inscritos en el padrón electoral.
Esta medida se produce después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela decepcionara a los opositores al rechazar la posibilidad de que el periodo al frente de la Presidencia del país de Maduro se reduzca, mediante una enmienda constitucional.
En una segunda instancia, la oposición deberá recoger cerca de cuatro millones de firmas más para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) convoque a la consulta popular.
Para revocar a Maduro, el "sí" debería sacar un voto más de los 7.587.532 con que el heredero político del fallecido líder Hugo Chávez fue elegido en 2013 para un período de seis años.
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