"Es un recurso que tengo como jefe de Estado si en Venezuela se desataran hechos golpistas violentos, y no lo dudaré para decretarlo si fuera necesario para combatir por la paz y la seguridad de este país (...) ojalá no hiciera falta, estaré listo, lo tengo listo, cuando haga falta", afirmó el miércoles en un acto con seguidores en Guanta, en el estado Anzoátegui (este).
El mandatario no ha precisado en su declaración los alcances del decreto de conmoción interior, pero implicaría restricciones a libertades, tras el estado de emergencia económica y de excepción que el pasado viernes renovó por tres meses para “enfrentar todas las amenazas internacionales” y la “guerra económica”, impulsada por la derecha.
Es un recurso que tengo como jefe de Estado si en Venezuela se desataran hechos golpistas violentos, y no lo dudaré para decretarlo si fuera necesario para combatir por la paz y la seguridad de este país (...) ojalá no hiciera falta, estaré listo, lo tengo listo, cuando haga falta", ha afirmado el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Según la Constitución, el estado de conmoción interior o exterior puede ser decretado por el presidente "en caso de conflicto interno o externo, que ponga seriamente en peligro la seguridad de la Nación" y prolongarse hasta por 90 días, prorrogable por otro lapso igual.
Esa advertencia de Maduro se produce tras una jornada en la que la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se movilizó en una veintena de ciudades para exigir un referéndum revocatorio contra el presidente.
Desde que la oposición se hiciera con la mayoría en la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, ha estado buscado mecanismos para defenestrar el Ejecutivo actual y, para ello, ha propuesto varios mecanismos: la enmienda constitucional —propuesta por el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup—, la renuncia y el referendo revocatorio.
El presidente venezolano sostiene que la oposición tiene como estrategia provocar violencia con miras a perpetrar un golpe de Estado.
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