La decisión de vender estos misiles a Kiev se produce luego de que la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, autorizara otra transacción que incluye la entrega de sistemas de francotiradores modelo M107A1, municiones y equipos asociados, según informa este miércoles Newsweek.
Tras el anuncio de esta medida, Rusia no ha hecho esperar su reacción y ha advertido de que tales ventas de armas demuestran una vez más que el único objetivo de EE.UU. es reavivar las tensiones en Ucrania, señala la revista neoyorquina.
La portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Heather Nauert, ha asegurado por su parte a The Wall Street Journal que la decisión se adopta en el marco del compromiso adquirido con Kiev de ayudar a Ucrania a defender su soberanía e integridad territorial y a disuadir nuevas agresiones.
En esta línea, John Herbst, exembajador de EE.UU. en Ucrania (2003-2006), sostiene que el suministro de misiles anticarro Javelin permitirá a Kiev contrarrestar las armas rusas facilitadas a los independentistas de las zonas de Donbás, Donetsk y Lugansk.
Ucrania equipará a su Ejército con estos misiles por su alta fiabilidad para alcanzar el objetivo marcado. Los proyectiles son además livianos y potentes, aunque bastante caros, explica la revista.
Asimismo, Newsweek añade que los Javelin empezaron a usarse por primera vez en 1996 y el Ejército estadounidense los ha usado por su precisión en múltiples campos de batalla, incluidos los de Irak y Afganistán.
Los Javelin se disparan desde el hombro y rastrean el objetivo mediante infrarrojos. En lugar de dirigirse al frente o a los lados de los tanques, superficie muy acorazada, el misil vuela en arco e impacta en la parte superior del tanque, donde la armadura es más débil.
Entre tanto, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ha presentado su agradecimiento a Trump por el envío de armas letales para combatir la “agresión del virus ruso”. Ahora, habrá que esperar a ver cómo responde Moscú a esta nueva provocación norteamericana.
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