“Llamamos a las autoridades ucranianas a poner fin, de manera inmediata, a las provocaciones armadas en Donbás (en el este de Ucrania) y a respetar los actuales acuerdos de alto el fuego”, ha urgido el Ministerio ruso de Exteriores en un comunicado emitido este martes.
De este modo, Moscú se ha pronunciado sobre la reciente escalada de conflictos entre el Ejército de Kiev y los independentistas ucranianos en las zonas orientales del país eslavo, donde se está “al borde de una catástrofe humanitaria y ecológica”.
Llamamos a las autoridades ucranianas a poner fin, de manera inmediata, a las provocaciones armadas en Donbás (en el este de Ucrania) y a respetar los actuales acuerdos de alto el fuego”, ha urgido el Ministerio ruso de Exteriores.
Recurriendo a actos provocadores, alega la nota, Kiev está tratando de “mantener la crisis ucraniana en la agenda mundial”, ha informado la agencia oficial rusa TASS.
“Esperamos que los aliados de Ucrania ejerzan la influencia adecuada sobre Kiev para que (este) renuncie a sus intentos de revancha militar en Donbás, algo que podría ser catalogado como un desacato a los acuerdos de Minsk”, subraya.
El lunes salieron a la luz informes de la intensificación de los combates entre las fuerzas pro-Kiev y los rebeldes a lo largo de la línea divisora en el este ucraniano.
Los paramilitares progubernamentales “procuraron atacar el territorio controlado por la (autoproclamada) república de Donbás. Esas unidades cruzaron la línea de contacto con el apoyo de fuego de artillería del Ejército ucraniano. La milicia (independentista) se vio obligada a lanzar ofensivas cerca de la ciudad de Avdeevka y recuperar el terreno perdido”, ha denunciado la jornada de hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Por su parte, el Gobierno ucraniano acusó a Rusia de ser la principal causante de la escalada, que es la más grave desde el inicio del alto el fuego en febrero de 2015.
“En los últimos dos días, las fuerzas usurpadoras rusas han llevado a cabo en la línea de separación masivos bombardeos con todas las armas a su disposición, incluidas las prohibidas por los acuerdos de Minsk”, denunció el lunes el Ministerio ucraniano de Exteriores.
Las regiones orientales de Ucrania son, desde abril de 2014, escenario de un conflicto armado que se ha saldado en torno a los 10.000 muertos, entre ellos 2000 civiles, según las cifras dadas a conocer por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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