“Si todo el mundo quema puentes con Rusia, entonces quién va a hablar con ellos al final del día”, ha cuestionado este domingo el portavoz de la Presidencia de Turquía, Ibrahim Kalin, en el Foro de Doha, capital de Catar.
Kalin ha indicado que los ucranianos deben ser apoyados por todos los medios posibles para que puedan defenderse. Sin embargo, ha enfatizado que “el caso ruso debe ser escuchado, de una forma u otra”, para que sus quejas puedan entenderse, si no justificarse.
El sábado y en el mismo foro de Doha, el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, enfatizó en la necesidad de ayudar a las partes rusa y ucraniana a encontrar una salida para la crisis, rechazando también como inaceptable lo que llamó la violación de la soberanía ucraniana.
Desde el comienzo de la operación militar especial rusa en Ucrania, el pasado 24 de febrero, Turquía ha intentado exhibir una postura mediadora, puesto que tiene buenos lazos con ambas partes del conflicto.
Por un lado, se ha opuesto a la operación militar rusa en Ucrania y, por el otro, se ha negado a unirse a la campaña de sanciones internacionales contra Rusia. También, ha cedido a las peticiones de Ucrania de prohibir a los buques de guerra rusos atravesar por los estratégicos estrechos del Bósforo (entre el mar Negro y el Mediterráneo) y de los Dardanelos (conecta varios mares a lo largo del Mediterráneo Oriental).
Ankara dice que puede facilitar las conversaciones de paz entre las dos partes en conflicto, pero enfatiza que primero se necesita un alto el fuego.
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