El plan secreto de EE.UU. ha sido revelado por el exportavoz de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) Talal Silo en una entrevista concedida este sábado a la agencia de noticias turca Anadolu.
Silo explica que Washington creó supuestamente a las FDS como subterfugio para encubrir que estaba armando a las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG, en kurdo), afiliadas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo). Este último grupo, según Ankara, es una organización terrorista.
“Es solo un nombre. Nada más. Tomamos todo, incluidos nuestros salarios de las YPG. Las autoridades estadounidenses querían dar armas a los kurdos. El anuncio del establecimiento de las FDS fue solo un engaño. Estados Unidos dio el liderazgo a los kurdos y al PKK”, ha informado el exportavoz de las FDS.
Es solo un nombre. Nada más. Tomamos todo, incluidos nuestros salarios de YPG. Las autoridades estadounidenses querían dar armas a los kurdos. El anuncio del establecimiento de las FDS fue solo un drama. Estados Unidos dio el liderazgo a los kurdos y el PKK”, anuncia el exportavoz de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) Talal Silo.
Silo ha confesado que las FDS solo firmaban los documentos para recibir armamentos norteamericanos, pero, en realidad, estos eran trasladados a Turquía para ser entregados a los combatientes del PKK. Al mismo tiempo, pese a insistir en la lucha antiterrorista, EE.UU. ayudaba al traslado de terroristas conforme al acuerdo alcanzado con el líder regional del PKK.
En este contexto, el excombatiente kurdo-sirio señala que quien ideó tal plan fue Brett McGurk, representante de EE.UU. en la llamada coalición internacional contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), coalición cuya función era, supuestamente, luchar contra los terroristas.
Además, ha precisado que a la Casa Blanca no le importaba dónde fueran las armas y cuando las YPG decían: “se no acaban armas”, EE.UU. enviaba un nuevo cargamento. Sin embargo, señala que, durante la presidencia de Barack Obama, el apoyo fue limitado, pero la situación cambió drásticamente cuando el actual presidente de EE.UU., Donald Trump, llegó a la Casa Blanca, pues desde entonces se vieron en la región armas pesadas, incluso vehículos blindados.
Las revelaciones se producen en medio de las reiteradas llamadas a Washington de altos funcionarios turcos para que deje de armar a los kurdos. Recientemente, Ibrahim Kalin, vocero del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, ha exigido a EE.UU. dejar de enviar armas a kurdos sirios.
Ankara ve con suspicacia el expansionismo kurdo en Siria y sus planes para crear una zona autónoma en el norte de Siria cerca de la frontera turca. Con el fin de impedir tal proceso, en agosto de 2016, Ankara envió tanques y fuerzas especiales al otro lado de la frontera, y aunque anunció el 29 de marzo el fin de esa operación, mantiene su presencia militar no autorizada en el territorio sirio.
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