“Al menos 39 de nuestros compatriotas perdieron la vida, incluido un policía”, ha informado el gobernador de Estambul, Vasip Sahin, al aclarar que el ataque fue realizado por un asaltante disfrazado de Papá Noel.
El incidente tuvo lugar en la discoteca Reina, ubicada en el lado europeo del estrecho del Bósforo, un conocido lugar de ocio de la sociedad de Estambul. Sahin tilda el incidente de un “ataque terrorista” efectuado por un lobo solitario.
Al menos 39 de nuestros compatriotas perdieron la vida, incluido un policía”, ha informado el gobernador de Estambul, Vasip Sahin.
Según los medios locales, el atacante primero disparó y mató a un policía, luego entró en el club y abrió fuego con arma automática de manera indiscriminada desde la puerta del local, en el que se encontraban unas 800 personas celebrando la llegada del año 2017.
Los testigos del ataque, citados por el diario Hurriyet, relatan haber oído al atacante gritar consignas en árabe. La cadena NTV señalaba que el ataque era perpetrado por dos hombres armados.
La Policía ha desplegado numerosas agentes al lugar para registrar y acordonar el local, además se ha enviado decenas de ambulancias para asistir a los heridos y rescatar a numerosos clientes del club que se arrojaron al agua para escapar de los disparos.
Por el momento se desconoce las causas del ataque, del que ningún grupo se ha responsabilizado.
En los últimos meses, Turquía ha sido blanco de una serie de atentados terroristas reivindicados por las guerrillas kurdas secesionistas afiliadas con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo), o atribuidos al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
El ataque del sábado tiene lugar tres semanas después de otro atentado con un saldo de 44 muertos, incluyendo una mayoría de policías, en el centro de la referida metrópolis turca.
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