“Nos guste o no, Al-Asad es hoy uno de los actores” en ese país y “se le puede hablar para la transición”, ha anunciado este sábado el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim.
A continuación, Yildirim, ha precisado que su Gobierno pretende asumir un papel más activo en los avatares de Siria durante los próximos seis meses para evitar una división sectaria de su vecino regional.
Nos guste o no, Al-Asad es hoy uno de los actores", de acuerdo con el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim.
Luego de resaltar que Turquía no permitirá que el país árabe sea étnicamente dividido, Yildirim ha añadido que Ankara está a favor de un sistema político en el que todos los grupos étnicos sean representados.
“El baño de sangre debe terminar. Los bebés, los niños, los inocentes no deberían morir”, ha dicho en otra parte de sus declaraciones.
Tales declaraciones de Yeldirim hacia Siria no significa que el país está determinado a luchar contra los terroristas en Siria y apoyar a Al-Asad. Turquía teme que el fortalecimiento de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG, por sus siglas en kurdo) en el norte de Siria dé ánimo a su propia insurgencia kurda (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), a los que combaten desde hace décadas en el sureste de Turquía.
El temor de las autoridades turcas a los kurdos de Siria se debe a su avance en el norte del país, que podría permitirles conectar la ciudad de Afrin, en la provincia de Alepo (noroeste), a la ciudad de Kobani (norte), con lo que ―a juicio de Ankara― formarían un Estado kurdo unido con apoyo del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
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