"A partir de hoy, 15.200 empleados públicos, tanto en los centros como en las provincias, han sido suspendidos del servicio y se inicia una investigación respecto a estas personas", ha informado la cartera de Educación en un comunicado, citado por la agencia semiestatal Anadolu.
La nota también indica que la medida fue adoptada contra los empleados públicos posiblemente vinculados a FETÖ (las siglas con las que Ankara se refiere a los partidarios del líder de la oposición, el clérigo, Fetulá Gulen), y al que achaca la responsabilidad del fallido alzamiento militar, pese a que éste haya negado toda relación.
A partir de hoy, 15.200 empleados públicos, tanto en los centros como en las provincias, han sido suspendidos del servicio y se inicia una investigación respecto a estas personas", ha informado el Ministerio turco de Educación en un comunicado.
Anadolu también ha explicado que 399 empleados del Ministerio de la Familia y Políticas Sociales habían sido despojados de sus responsabilidades. Mientras tanto, la emisora turca TRT ha asegurado este martes que el Consejo de Educación Superior ha ordenado la renuncia de 1577 decanos, 1176 de universidades públicas y 401 de instituciones privadas.
Estos funcionarios se suman a la lista negra que contiene 8777 empleados del Ministerio del Interior, la mayoría de ellos policías, y a 2500 de otros organismos públicos que el lunes fueron apartados de sus cargos.
Además, el Consejo Supremo de Radio y Televisión de Turquía (RTÜK) ha cancelado las licencias a "todas las emisoras de radio y televisión que hayan dado respaldo a los conspiradores golpistas", una medida que afecta a 24 medios vinculados a Gülen.
La intentona golpista se cobró la vida de al menos 290 personas y dejó 1440 heridos. Al mismo tiempo, unos 6000 militares, entre oficiales de rango alto e intermedio, fueron detenidos por su presunta implicación en la rebelión militar.
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