“(…) Rusia sigue bombardeando a los civiles sirios. Esta misma mañana 16 personas perdieron la vida en uno de estos bombardeos. También fueron atacados escuelas y hospitales”, ha sostenido el canciller turco, segun informan medios locales.
(…) Rusia sigue bombardeando a los civiles sirios. Esta misma mañana 16 personas perdieron la vida en uno de estos bombardeos. También fueron atacados escuelas y hospitales”, dice el ministro turco de Exteriores, Mevlüt Çavuşoğlu.
En su intervención durante la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania), Çavuşoğlu ha indicado que los ataques indiscriminados a zonas civiles en particular en la provincia siria de Alepo (noroeste) son la razón de que decenas de miles de sirios hayan huido en las últimas semanas hacia Turquía.
Ha considerado que el principio de acuerdo alcanzado esta madrugada para un alto el fuego en Siria, precisamente, gracias a la mediación de Rusia y Estados Unidos, es “una oportunidad” para cesar los ataques contra civiles y llevar ayuda humanitaria.
La continuación de los ataques rusos constituiría un crimen de guerra, ha estimado diplomático turco, cuyo país es blanco de críticas tanto de Moscú como de Damasco por la situación de sus fronteras que “facilitan la entrada de los terroristas al territorio sirio”.
Por otra parte, Çavuşoğlu se ha mostrado partidario de que el Kremlin siga golpeando las posiciones terroristas, sobre todo las del EIIL (Daesh, en árabe) y el Frente Al-Nusra (rama siria de Al-Qaeda), sin embargo, ha advertido de que si Rusia no cesa sus bombardeos contra “las fuerzas opositoras sirias” no será posible aplicar la tregua.

Las afirmaciones del canciller turco se han producido pocos días después de que el Ministerio de Defensa de Rusia acusase a EE.UU. de bombardear dos hospitales en Alepo, en reacción a las alegaciones de Washington en las que apunta a los rusos como responsables de la destrucción de los dos centros de salud.
Pese las denuncias de EEUU. y algunos de sus aliados en Oriente Medio, Damasco elogia los logros de la autorizada campaña militar de Rusia en Siria, en comparación con lo realizado por la denominada coalición anti-EIIL desde 2014 sin que tenga el permiso del Gobierno sirio ni de la ONU.
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