"Según nuestras estimaciones, el número de personas que quedarán bloqueadas en nuestros país oscilará entre las 50.000 y las 70.000 el próximo mes", ha declarado este domingo el ministro griego de Política Migratoria, Yiannis Mouzalas.
"Hoy hay 22.000 refugiados y migrantes" en Grecia, dijo en una entrevista otorgada a la cadena de televisión Mega Channel.
Según nuestras estimaciones, el número de personas que quedarán bloqueadas en nuestros país oscilará entre las 50.000 y las 70.000 el próximo mes", ha declarado el ministro griego de Política Migratoria, Yiannis Mouzalas.
Cerca de 6500 refugiados estaban bloqueados este domingo en el puesto fronterizo de Idomeni, en el norte de Grecia, en la frontera con Macedonia, después de que este último país anunciara el viernes que limitará a 580 personas la cantidad de migrantes que pueden entrar en su territorio, una política también adoptada por Eslovenia y Croacia, miembros de la Unión Europea (UE), y por Serbia.
La medida se produce en respuesta a una decisión similar de Austria, que la semana pasada limitó la cifra de demandantes de asilo y estableció en 3200 el número de personas que pueden cruzar a su territorio por día.
Mouzalas espera que el flujo disminuya una vez que la noticia sobre las nuevas restricciones para pasar por los Balcanes llegue a Turquía, donde la mayoría de los refugiados espera para llegar a Grecia por el mar Egeo.
En los últimos meses, Europa se ha visto confrontada a una afluencia sin precedentes de refugiados provenientes, sobre todo, de países azotados por el terrorismo como Siria, Irak, Afganistán y otros países africanos.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) publicó el viernes que más de 120.000 migrantes y refugiados han llegado a Europa en lo que va de 2016, solo a Grecia han llegado 111.099 migrantes, mientras que Italia ha recibido 8966 llegadas.
Además, según el último informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de un millón de migrantes y refugiados llegaron a Europa en 2015, una afluencia sin precedentes de solicitantes de asilo procedentes de países afectados por guerra.
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