Según la agencia siria oficial de noticias SANA, citando fuentes civiles, un avión de combate estadounidense ha lanzado misiles alrededor de la una de la mañana de este lunes (hora local) contra unidades residenciales, en el campo de Al-Bukamal, ubicado al sureste de Deir Ezzor (este de Siria).
La ofensiva ha dejado un niño muerto y tres civiles heridos, además de daños materiales, conforme la fuente siria.
Poco después, el Departamento estadounidense de Defensa (el Pentágono) ha emitido un comunicado en el que se atribuye la responsabilidad del ataque, indicando que lo ha hecho por orden del presidente estadounidense, Joe Biden.
Asimismo, el Pentágono ha alegado que el bombardeo fue en respuesta a ataques de militantes contra bases y tropas estadounidenses en suelo iraquí.
En esta línea, el canal de Telegram Saberin News ha informado sobre el bombardeo de posiciones de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) de Irak en la franja fronteriza iraquí-siria. Además, cuatro miembros de esta movilización popular han muerto en los ataques con cohetes, tal como han reportado medios iraquíes.
Este ataque del país norteamericano no es algo nuevo. En febrero, nada más asumir el cargo de presidente de EE.UU., Biden ordenó que las fuerzas militares estadounidenses realizaran ataques aéreos contra instalaciones en el este de Siria.
El ataque de febrero se realizó después de que varios cohetes apuntaran la sede diplomática de EE.UU. en Bagdad (capital iraquí), ubicada en la denominada Zona Verde.
Los ataques a las instalaciones militares y diplomáticas norteamericanas se producen mientras que los iraquíes elevan cada vez más las voces que exigen la salida de las tropas invasoras de EE.UU.
mdh/ncl/hnb