Los congregados, que portaban banderas de Siria, Irán y de Rusia, aseguran que no se sienten vencidos tras los ataques.
De hecho, los ciudadanos retomaron su vida corriente sin problema tanto en Damasco como en otras ciudades. El presidente de Siria, Bashar al-Asad, también se presentó en su despacho como otro día laboral cualquiera.
El analista internacional Isaac Bigio aborda el tema desde Londres, capital británica, en una entrevista con HispanTV.
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