“La nación siria nunca olvidará la valentía y el coraje de los soldados rusos (…), que respaldaron a Siria contra los grupos terroristas”, le ha manifestado este lunes Al-Asad a su homólogo ruso, Vladimir Putin, quien realiza una visita sorpresa a la base aérea Hmeimim, en el oeste de Siria.
La sangre de los militares rusos—que se mezcló con la de los sirios— y se derramó por el suelo sirio, “es más fuerte que el terrorismo y sus mercenarios”, ha enfatizado Al-Asad.
Además, ha asegurado que "en nombre del pueblo sirio expreso mi profunda gratitud por el papel que han desempeñado las Fuerzas Armadas de Rusia contra el terrorismo en el territorio sirio. La cooperación rusa resultó en victorias que beneficiaron no solo a Siria, sino a todos los países vecinos”.
La nación siria nunca olvidará la valentía y el coraje de los soldados rusos (…), que respaldaron a Siria contra los grupos terroristas”, ha afirmado el presidente sirio, Bashar al-Asad.
El mandatario sirio ha resaltado que la derrota total del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) es muy importante para todo el mundo.
La visita del jefe de Estado ruso a la base Hmeimim se produce varios días después de que el jefe de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor ruso, el coronel general Serguéi Rudskoi, dio por “cumplida” la misión de las tropas rusas estacionadas allí y anunciara que “el territorio sirio ya está liberado completamente de los integrantes de la organización terrorista” EIIL.
Rusia es uno de los principales aliados internacionales del Gobierno de Damasco y desde el 30 de septiembre de 2015 desarrolla una campaña militar en el país árabe, en apoyo del Ejército nacional.
En marzo de 2016, el presidente ruso anunció la retirada de una parte de las fuerzas rusas enviadas a Siria tras constatar una mejora de la situación.
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