Según comunicaron el viernes medios locales, excursiones aéreas de la Aviación rusa cerca de la ciudad de Sarmin, provocaron la destrucción total de una posición de la referida banda terrorista.
En el momento de los ataques, añadieron, se celebraba una reunión de cabecillas terroristas en el centro y, por tanto, también han sido abatidos un buen número de líderes de Hayat Tahrir Al-Sham en la zona.
“Muchos de los comandantes de campo de Hayat Tahrir Al-Sham fueron matados durante el ataque, incluidos varios emires de diferentes localidades de Idlib”, explicó un militar sirio bajo condición de anonimato.
Conforme a lo detallado por las fuentes militares, los cazas rusos procedían de la base aérea de Al-Shairat, situada en la vecina provincia de Homs, que fue atacada el pasado mes de abril por misiles de EE.UU. pero pronto pudo volver a su funcionamiento rutinario.
Muchos de los comandantes de campo de Hayat Tahrir Al-Sham fueron matados durante el ataque, incluidos varios emires de diferentes localidades de Idlib”, explica un militar sirio bajo condición de anonimato.
En sus operaciones, las fuerzas aeroespaciales rusas utilizaron armas antibúnker, unos proyectiles diseñados para penetrar objetivos blindados o enterrados a gran profundidad.
El Ejército sirio, con la ayuda de Rusia y sus aliados, ha logrado eliminar a los terroristas y liberar muchas zonas de su presencia. De hecho, el Ministerio de Defensa de Rusia asegura que Daesh solo controla el 8 % del suelo sirio.
En reiteradas ocasiones, el Gobierno de Moscú ha dejado claro que no abandonará su intervención militar en Siria para combatir a grupos terroristas como EIIL (Daesh, en árabe), solicitada oficialmente por el Gobierno del presidente sirio Bashar al-Asad, hasta la aniquilación total del terrorismo en el suelo árabe.
El pasado jueves, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, vislumbró una muy pronta derrota de los terroristas en toda Siria.
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