"La posibilidad de derrocar a Al-Asad a través de acciones militares es un sueño. Los esfuerzos de Estados Unidos para forzar el cambio de régimen en Damasco mediante el apoyo a la oposición siria a través de la asistencia militar han fracasado", consideró el lunes el exconsejero de la Unión Europea (UE), Paolo von Schirach.
De este modo, ha aludido a la decisión anunciada el pasado viernes de la Administración de Estados Unidos, presidida por Donald Trump, de terminar el programa de entrenamiento y ayuda armamentística de su Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) a los 'rebeldes' sirios.
En declaraciones a la agencia rusa Sputnik, Schirach argumenta que la decisión de poner fin al programa de capacitación de la CIA marca un reconocimiento tardío por parte de los políticos estadounidenses de que no van a ser capaces de derrocar a Al-Asad y su gobierno en Damasco, sea cual sea el número de armas y apoyo que brinden a los 'rebeldes'.
En este sentido, enfatiza que la decisión de Trump muestra que los políticos estadounidenses han abandonado seis años de esfuerzos iniciados durante la Administración de su predecesor, Barack Obama, que claramente fracasó a un costo enorme.
La posibilidad de derrocar a Al-Asad a través de acciones militares es un sueño. Los esfuerzos de Estados Unidos para forzar el cambio de régimen en Damasco mediante el apoyo a la oposición siria a través de la asistencia militar han fracasado", considera el exconsejero de la Unión Europea, Paolo von Schirach.
El actual presidente del Global Policy Institute opinó que los grupos rebeldes sirios de la CIA perdieron toda posibilidad de derrocar al Gobierno de Damasco, o incluso infligirles daños graves, después de la liberación de Alepo de manos de los terroristas por parte del Ejército sirio.
Después de la férrea insistencia por parte del anterior gobierno, el secretario de Estado Rex Tilllerson y otros miembros de la actual Administración han dicho públicamente que la retirada de Al-Asad del poder ya no es una precondición para el diálogo sobre el futuro de Siria.
Las armas, e incluso miembros de los grupos apoyados por la CIA, han acabado en las filas de bandas terroristas como el EIIL (Daesh, en árabe) o incluso algunos milicianos han expresado el deseo de acercarse a grupos como Al-Qaeda.
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