• El encargado sirio ante las Naciones Unidas, Louay Fallouh, ofrece un discurso, 28 de junio de 2017.
Publicada: jueves, 29 de junio de 2017 10:06

Siria recalca su oposición al uso de cualquier arma de destrucción masiva, incluidas las químicas, y tacha de ‘ridícula’ una nueva acusación en su contra.

“Siria siempre ha condenado el uso de armas químicas y cualquier tipo de armas de destrucción masiva y lo califica de un crimen contra la humanidad”, destacó el miércoles Louay Fallouh, representante sirio ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En un discurso ofrecido durante una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) sobre la no proliferación de armas de destrucción masiva, el diplomático sirio calificó la postura de Damasco de “fundamental e inquebrantable”.

Al respecto, lamentó el apoyo financiero de ciertos países a grupos terroristas y el suministro de armas y materiales químicos para su posterior uso contra poblaciones civiles y puso en tela de juicio la insistencia de estos mismos países en condenar los ataques químicos en Siria e Irak.

Siria siempre ha condenado el uso de armas químicas y cualquier tipo de armas de destrucción masiva y lo califica de un crimen contra la humanidad”, destaca Louay Fallouh, encargado sirio ante las Naciones Unidas.

 

“Resulta muy ridículo que los miembros de la comunidad internacional escuchen las mentiras y los alegatos del representante del régimen sionista y ocupador que también es patrocinador de los terroristas del Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham)”, enfatizó, en alusión a Israel.

Esta denuncia se ventila mientras cientos de documentos presentados ante el CSNU confirman la implicación israelí en el apoyo de los terroristas en el territorio sirio mientras, como aseguró Fallouh, no hay prueba alguna que acuse a Damasco.

En este contexto, el funcionario sirio mencionó las numerosas advertencias de Damasco sobre el acceso fácil y libre del Frente Al-Nusra y otros grupos terroristas a material químico, como gas cloro, gas mostaza y gas sarín, proporcionado principalmente por Israel y Turquía.

Con respecto a las recientes acusaciones de EE.UU. contra Damasco de planear ataques químicos, Fallouh subrayó que se tratan de “una guerra politizada y mediática para despreciar los grandes avances antiterroristas de Siria”.

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