De acuerdo con PressTV, uno de los misiles disparados por el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Siria golpeó uno de los centros de operaciones clave de la banda en la ciudad de Al-Muhasan, en el este de la provincia oriental de Deir al-Zur; en el asalto murieron 15 terroristas procedentes de Kazajistán, Arabia Saudí y Afganistán.
Entre los terroristas caídos por el lanzamiento del misil iraní en la referida ciudad siria figura un cabecilla de la banda terrorista llamado Saad al-Qosaibi.
Otro misil tierra-tierra iraní de medio alcance impactó, además, contra un edificio en la ciudad de Al-Mayadin —también en Deir al-Zur—. A raíz del suceso, perecieron 27 terroristas más, entre ellos varios comandantes del EIIL y tres libios, indican nuevos informes.
Conforme a la información proporcionada por la cadena iraní, como consecuencia del disparo de los misiles por parte de Irán contra Al-Mayadin fueron destruidos, de igual modo, tres vehículos de la banda ultraviolenta.
Asimismo, otros 17 terroristas perdieron la vida y varios otros resultaron gravemente heridos al impactar otro misil iraní contra un hospital militar en Al-Mayadin. Entre las víctimas había tunecinos, iraquíes y chinos.
Igualmente, informes anteriores han señalado que a primeras horas de este martes seis comandantes libaneses de Daesh fueron abatidos en el ataque del CGRI contra Al-Mayadin, dos de los cuales han sido identificados como Abu Esam al-Libyai y Abdel Qader al-frani, alias Abu Harith.
Ya con anterioridad y poco después del ataque de Irán contra las posiciones de Daesh, el CGRI había informado de un gran número de bajas mortales entre los terroristas y daños de consideración a los vehículos, arsenales y equipamientos de la banda ultrarradical.
De acuerdo con varios reportes, el ataque iraní contra Daesh —que se produjo en represalia por el doble atentado suicida que llevó a cabo la banda terrorista en la capital iraní, Teherán, el pasado 7 de junio— logró acabar, además, con un comandante terrorista de alto rango, identificado como Saad al-Huseini, alias Abu Saad, ciudadano de Arabia Saudí.
Desde el pasado domingo, Irán ha defendido, en reiteradas ocasiones, la medida adoptada subrayando la importancia de la seguridad del país persa. A este respecto, el lunes, el ministro de Defensa de Irán, el general de brigada Husein Dehqan, prometió una “respuesta dura” a toda posible amenaza extranjera contra el país.
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