El diario estadounidense The Wall Street Journal informó el domingo por la noche que Israel ha ofrecido a los grupos “rebeldes” ―considerados como terroristas por Damasco― suministros médicos, alimentos y fondos para “proteger sus fronteras de la crisis en Siria y establecer una zona de amortiguación en su frontera”.
Según el informe, el régimen de Tel Aviv creó una unidad militar especial en 2012 para monitorear y coordinar la transferencia de la ayuda a los “rebeldes”, una estrategia que incluye pago de salarios y entrega de armas y municiones.
Abu Suhayb, comandante del grupo terrorista Fursan al-Yulan, ha dicho al diario norteamericano que el régimen israelí les paga unos 5000 dólares al mes. Este grupo, conforme al reporte, contactó con Israel en 2013 cuando el Ejército sirio atacó a miembros de la banda terrorista en las zonas sureñas de Siria.
Fursan al-Yulan tiene cerca de 400 combatientes en la provincia de Al-Quneitra, situada a 70 kilómetros de Damasco, la capital de Siria, y está aliado con al menos otros cuatro grupos terroristas que también reciben asistencia israelí, de acuerdo con declaraciones de miembros de bandas terroristas ofrecidos al diario.
Desde el comienzo de la crisis en los países árabes, en particular en Siria, muchos analistas han afirmado que el régimen de Tel Aviv no escatima ningún esfuerzo para bloquear cualquier solución a estas crisis con el objetivo de desviar la atención del mundo árabe de la cuestión palestina.
Asimismo, los esfuerzos de Israel para acabar con el Gobierno de Bashar al-Asad mediante una guerra subsidiaria en el país árabe tiene una estrecha relación con la estrategia ‘Clean Break’ propuesta en un documento preparado en 1996 por un grupo de estudios estratégicos israelí.
El documento plantea un nuevo enfoque para resolver los problemas de seguridad del régimen israelí en Oriente Medio y defiende, en especial, la promoción de una guerra llevada a cabo por terceros en Siria con la presencia de poderes regionales y extrarregionales.
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