Según informó el martes la cadena estadounidense CNN, los militares de ese país han trasladado de Jordania al sur de Siria sus Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS, por sus siglas en inglés).
Citando a fuentes en el Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), el informe detalla que los sistemas han sido colocados cerca de la base de entrenamiento de la llamada coalición internacional liderada por el país norteamericano en Al-Tanf.
A continuación, resalta que HIMARS es un sistema montado en camiones que puede disparar misiles hasta 300 kilómetros, y su establecimiento representa un gran impulso para el poder de combate estadounidense cerca de la mencionada región.
Al-Tanf es un cruce clave en la frontera sureña siria con Irak y Jordania y goza de una posición estratégica. El Ejército de EE.UU. mantiene en la zona una base militar y opera en ella con sus aliados “rebeldes” desde hace varios meses.
No obstante, en las últimas semanas la zona se ha convertido en un punto de inflamación entre las fuerzas del Ejército sirio y las tropas de la llamada coalición.
EE.UU. ya ha bombardeado dos veces las posiciones del Ejército sirio en esta región: El 6 de junio atacó contra un grupo de 60 militares sirios que disponía de artillería y sistemas de defensa antiaérea y, según sostenía, “representaba una amenaza” para sus propias fuerzas.
El 18 de mayo, bombardeó un convoy de fuerzas sirias dejando al menos ocho soldados sirios muertos y varios heridos.
Con el aumento de los movimientos de Washington en el sur sirio, las fuerzas del país árabe y sus aliados han reforzado su presencia en la zona, ya que las autoridades sirias denuncian la presencia ilegal de militares estadounidenses en su territorio, por no estar interesados en combatir al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
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