El encargado de negocios permanente de la delegación siria ante las Naciones Unidas, Munzer Munzer, denunció el jueves que algunos países miembros del referido ente internacional han ido demasiado lejos en la mentira y la falsificación de la realidad, hasta el punto de apoyar en Siria a los denominados “Cascos Blancos”, que son "un grupo armado", recoge la agencia local de noticias SANA.
Hablando en una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), Munzer añadió que ese grupo goza de “cobertura política” y “protección” por parte de ciertos países del CSNU, que intentan demostrar que sus protegidos dan asistencia médica en Siria, pese a saber que los Casacos Blancos están “involucrados en actos terroristas”.
En la reunión, en la que se discutía la protección de la población civil y la asistencia médica en los conflictos armados, el diplomático árabe prosiguió diciendo que los países en cuestión no han cesado de aprovecharse de la situación humanitaria de Siria de maneras “inmorales”.
En tal contexto, Munzer lamentó que algunos países sigan abusando de su influencia política e internacional y de su poder económico para crear nuevas zonas de tensión en diferentes partes del mundo, en lugar de cumplir con su obligación de mantener la paz y la seguridad internacional y de buscar vías para erradicar el terrorismo.
En otro momento de sus declaraciones, el diplomático sirio lamentó que la protección de los civiles requiere primero encarar las verdaderas raíces del conflicto y el riesgo de su prolongación, representados por el terrorismo, la ocupación y las sanciones impuestas a los sirios.
Al referirse en concreto a los sirios que viven bajo la ocupación israelí en Golán y en otros territorios usurpados por el régimen de Tel Aviv, el representante árabe ante las Naciones Unidas subrayó la importancia de instalar centros de atención médica para los sirios que residen en los mencionados altos, un requisito que las autoridades israelíes se niegan a atender.
Munzer enfatizó asimismo que el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, está cumpliendo con su deber constitucional de proteger a los civiles y ofrecerles los servicios básicos, incluidos los médicos, sociales y educativos.
Desde marzo de 2011, Siria está sumergida en un conflicto armado, agravado por el Occidente y sus aliados, que ha dejado hasta la fecha más de 465.000 muertos y desaparecidos, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
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