El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, trató el miércoles en una conversación telefónica con su homólogo sirio, Walid al-Moalem, las “falsas acusaciones” lanzadas contra Damasco por “grupos armados terroristas” y por los países occidentales y de la región que los cobijan por el uso de armas químicas el martes en la localidad de Jan Shijun, en la provincia noroccidental de Idlib.
Ambos titulares coincidieron en rechazar lo que designaron como una “campaña politizada” sin más objetivo que debilitar al Gobierno legítimo de Siria, según recoge la agencia oficial siria de noticias SANA.
Los jefes de las Diplomacias de ambos países reiteraron en todo caso su enérgica condena al uso de municiones tóxicas, en todo lugar y circunstancia.
Citaron de igual modo la necesidad de avanzar en la lucha contra el terrorismo y trabajar para hallar una solución política a la crisis que azota Siria desde 2011.
La posible muerte de decenas de personas y la afectación de centenares por gas tóxico enfrentó el miércoles a Rusia y el Occidente en una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), en la que EE.UU., el Reino Unido y Francia propusieron un borrador de resolución que culpaba de un supuesto ataque a Damasco.
Rusia, sin embargo, tildó el texto de “inaceptable” y basado en “información falsa”, además de achacarle un “carácter antisirio” capaz de obstaculizar el proceso de negociaciones de paz en el país árabe, al tiempo que pedía una investigación "real" e imparcial de lo ocurrido.
El Gobierno y Ejército de Siria niegan rotundamente el uso de materiales químicos y señalan a las bandas extremistas radicadas en la zona como autores de este crimen de guerra.
El vicecanciller sirio, Faisal al-Miqdad, recordó el mismo miércoles que las Fuerzas Armadas sirias no poseen armas químicas, después de que dejaron en 2013 todo su arsenal de ese tipo bajo control internacional y de la Organización para la Protección de las Armas Químicas (OPAQ) para su posterior destrucción.
Desde el estallido del conflicto sirio, Damasco ha presentado una y otra vez ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la OPAQ pruebas de que la llamada “oposición siria” armada, que cuenta con el apoyo del Occidente, emplea en sus ofensivas este tipo de armas prohibidas.
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