Estos diálogos son los últimos de una serie de intentos internacionales sin resultados para poner fin al conflicto en Siria.
Las delegaciones del Gobierno sirio y de bandas opositoras ya están en la ciudad suiza de Ginebra para continuar los diálogos de paz en su quinta ronda. Ambas partes se reunieron con el enviado adjunto de la ONU para Siria, Ramzy Ezzeldin Ramzy, en ausencia de su jefe, Staffan de Mistura.
La principal facción de la oposición siria, apoyada por Arabia Saudí, insiste en la salida del presidente sirio, Bashar al-Asad.
Por su parte, el asesor de De Mistura calificó de positivo su primer encuentro con la delegación de la oposición.
La última ronda de los diálogos de Ginebra concluyó en febrero sin avances significativos. En aquella ronda, las partes acordaron una agenda de tres puntos: la Constitución, las elecciones y la lucha contra el terrorismo; este último es visto como el más importante por el Gobierno sirio.
La nueva ronda de diálogos se realiza bajo la sombra de ataques terroristas contra Damasco (capital siria) y Hama, lo que, según analistas, supone un golpe de los patrocinadores del terrorismo en Siria contra el proceso de las conversaciones.
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