En un comunicado emitido este jueves, la compañía ha admitido que su sucursal en Siria pagaba a los terroristas para que la cementera siguiera funcionando. El dinero también garantizaba la seguridad del personal y material, añade la publicación.
Para esclarecer los hechos, la junta financiera y el comité de auditoría de la empresa Lafarge (antes de su unión con la suiza Holcim) se encargó de supervisar una investigación independiente.
Se desprende de la investigación que la compañía local suministró fondos a terceras partes para cuadrar arreglos con un número de estos grupos armados (…) para mantener sus actividades y garantizar un paso seguro para los empleados y para provisiones hacia y desde la compañía”, se lee en un comunicado de la cementera franco-suiza LafargeHolcim.
“Se desprende de la investigación que la compañía local suministró fondos a terceras partes para realizar arreglos con un número de estos grupos armados (…) para mantener sus actividades y garantizar un paso seguro para los empleados y provisiones hacia y desde la compañía”, se lee en un comunicado emitido por LafargeHolcim y publicado por la agencia estadounidense de noticias Bloomberg.
El comunicado, sin embargo, no proporciona información sobre los grupos armados que recibieron el soborno de la empresa.
La cementera añade que sus empleados en Siria actuaron de esta manera para el “bien” de la compañía, empero considera “inaceptables” las medidas adoptadas por los mismos y resalta que estas demostraron “grandes errores” en juicio.
La nota es la respuesta a numerosos informes publicados en 2016 sobre un acuerdo pactado en 2013, un año antes de evacuar la compañía, ubicada en el noroeste de la provincia siria de Alepo (noroeste). En noviembre pasado, la corporación había desmentido que haya pagado dinero para financiar a los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe) entre 2013 y 2014.
La ahora LafargeHolcim, especializado en cuatro productos principales: cemento, hormigón, áridos y yeso, compró la planta en 2007, cuatro años antes de que se iniciara en Siria un conflicto armado agravado por las injerencias del Occidente.
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