El director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Franceso Bandarin, envió una carta al embajador israelí en dicho organismo, Carmel Shama-Hacohen, de la queja de Siria sobre las excavaciones israelíes en la aldea Bir Ajam en la provincia de Quneitra, desde el 11 de julio de 2016, ha informado este jueves el diario digital israelí Jerusalem Post.
“Como usted sabe, la Convención de 1954 para la Protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado, de la que tanto Israel y la República Árabe Siria son parte, afirma que las medidas de conservación de los bienes culturales necesarias serán tomadas en estrecha cooperación con las autoridades nacionales correspondientes”, ha declarado Bandarin.
Como usted sabe, la Convención de 1954 para la Protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado, de la que tanto Israel y la República Árabe Siria son parte, afirma que las medidas de conservación de los bienes culturales necesarias serán tomadas en estrecha cooperación con las autoridades nacionales correspondientes”, dice el director general Franceso Bandarin.
Shama-Hacohen ha rechazado la denuncia y ha alegado que dicha queja “pone de relieve el uso cínico que los países árabes están haciendo de la Unesco contra Israel”.
Cabe señalar que el régimen de Tel Aviv está en busca de recursos energéticos en Golán mientras que Siria, desde mediados de marzo de 2011, es escenario de fuertes disturbios que han dejado un gran número de muertos, muchos de ellos civiles y miembros de las fuerzas de seguridad.
Por último, Shama-Hacohen ha sostenido que Bir Ajam está del otro lado de la línea del cese del fuego establecido por Israel y Siria, tras la Guerra de Yom Kipur, en 1974. “Eso está en territorio sirio. No hay excavaciones israelíes allí en absoluto”, ha agregado.
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