“Estados Unidos se dio cuenta hace dos años que no podría derribar al mandatario sirio, Bashar al-Asad, y que es mejor abogar por una solución diplomática al conflicto sirio”, declaró el jueves el exembajador de EE.UU. en Arabia Saudí Richard W. Murphy en una entrevista concedida al diario libanés Al-Akhbar.
Añadió que algunos países árabes del Golfo Pérsico intentan reproducir el escenario afgano a fin de provocar la caída de Al-Asad. Sin embargo, EE.UU. comprendió que es imposible deponer al presidente sirio, ya que Washington estima que Al-Asad podría formar parte de un proceso político futuro, a pesar de que no todo el mundo está de acuerdo con esa visión.
Estados Unidos se dio cuenta hace dos años que no podría derribar al presidente sirio, Bashar al-Asad, y que es mejor abogar por una solución diplomática al conflicto sirio”, declara el exembajador estadounidense en Arabia Saudí Richard W. Murphy.
“Bashar al-Asad es un factor clave en la crisis siria con el que hay que contar y nadie puede ignorar esto”, reconoció Murphy.
Consultado sobre la ofensiva saudí en Yemen el exdiplomático estadounidense consideró que el fracaso de Arabia Saudí y sus aliados en Yemen juega a favor de Siria y Al-Asad.
“Los saudíes han caído en la trampa de Yemen y esto ha reducido su margen de maniobra en Siria. Con la guerra de Yemen, los países árabes del Golfo Pérsico perdieron su oportunidad de vencer a Al-Asad”, señaló.
El pasado mes de septiembre, el fundador de la Web de filtraciones Wikileaks, Julian Assange reveló que Estados Unidos ha buscado derrocar al Gobierno sirio desde 2006 utilizando diversas tácticas.
No obstante, el apoyo de Rusia e Irán al Gobierno sirio, neutralizó los planes de EE.UU., y sus aliados árabes de la región, que con el respaldo de los grupos terroristas buscan derribar el Gobierno de Damasco.
mkh/ctl/tqi/nal