Las fuerza sirias han logrado romper nuevas líneas de defensa de los combatientes del grupo terrorista Yeish al-Fath ―autodenominado ‘ejército de la conquista’― en el noreste de la parte oriental de Alepo, que todavía está bajo el control de los extremistas.
De esta manera, una vez terminada la operación, el Ejército sirio ha enarbolado la bandera nacional sobre las regiones de Owaiya, Maybal al-Zafit y Talat Bureiy, centrando ahora su atención en la recuperación del estratégico distrito de Hanano, norte de Alepo.
Desde el pasado septiembre, las fuerzas sirias han asediado a los grupos terroristas e insurgentes en el este de la referida ciudad provincial. En la actualidad, se desarrollan operaciones diarias desde ambos flancos norteño y sureño para liberar la totalidad de la urbe.
Entretanto, en momentos que las fuerzas sirias van cosechando victorias casi cotidianas, se habla de una posible salida de los combatientes armados de la parte oriental de Alepo, ya sea porque se rinden o buscan “dirigirse a otras áreas”.
Sin embargo, la iniciativa lanzada por el Gobierno de Damasco aún no ha recibido el visto bueno de las organizaciones terroristas que tampoco permiten la salida de los civiles, al mismo tiempo que impiden la llegada de ayuda humanitaria a los barrios residenciales.
En esta línea, de acuerdo con el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, las fracciones armadas y extremistas han lanzado este mismo jueves varias rondas de cohetes contra la parte occidental de Alepo, controlada por el Gobierno.
A raíz de estos ataques, como indican fuentes sanitarias, citadas por la agencia estatal siria SANA, siete menores han perdido la vida después de que varios proyectiles hayan caído cerca de la entrada de una escuela en el barrio de Al-Suleimaniya.
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