“Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, en inglés) respaldadas por EE.UU., obviamente, llegaron a un acuerdo con los combatientes de Daesh, les permitieron que escapen de la ciudad de Manbiy (norte). Esto significa que EE.UU. no tiene intención de luchar contra Daesh, sino que continúa utilizando las tensiones religiosas y étnicas en la región para impulsar sus objetivos geopolíticos, incluyendo echar leña al fuego del inconcluso conflicto sobre un Kurdistán independiente en Irak”, ha declarado este miércoles Tarek Ahmad, miembro del opositor Partido Social Nacionalista de Siria, a la agencia rusa de noticias Sputnik.
Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, en inglés) respaldadas por EE.UU., obviamente, llegaron a un acuerdo con los combatientes de Daesh, les permitieron que escapen de la ciudad de Manbiy (norte). Esto significa que EE.UU. no tiene intención de luchar contra Daesh, sino que continúa utilizando las tensiones religiosas y étnicas en la región para impulsar sus objetivos geopolíticos, incluyendo echar leña al fuego del conflicto inconcluso de un Kurdistán independiente en Irak", según Tarek Ahmad, miembro del opositor Partido Social Nacionalista de Siria.
En este contexto, el diario estadounidense USA Today afirma que las unidades del EIIL (Daesh, en árabe), cercadas por las SDF en los accesos de Manbiy, aceptaron deponer las armas a cambio de que les permitiesen abandonar esta ciudad.
Las FDS declararon el viernes que habían tomado bajo su control Manbiy —importante centro de apoyo logístico de Daesh— e informaron que la operación de liberación de esta ciudad se llevó a cabo con la participación de los kurdos y la llamada coalición anti-EIIL, liderada por Estados Unidos.
De acuerdo con Ahmad, EE.UU. apoya la idea de un Kurdistán independiente que podría convertirse en un aliado político de Washington y tiene como objetivo establecer tal “Estado” en las provincias norteñas de Siria.
“Un Kurdistán independiente podría desestabilizar aún más la región”, ha sostenido.
Mientras la iniciativa de la separación de Irak ha sido criticada enérgicamente por los líderes políticos chiíes y suníes de ese país, el primer ministro del régimen de Israel, Benyamin Netanyahu, ha mostrado su apoyo al plan.
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