Una fuente militar ha explicado al portal sirio Almasdar News que las fuerzas del Ejército sirio, en cooperación con las Fuerzas Defensa Nacional (NDF, por sus siglas en inglés) y los combatientes del Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), han lanzado este jueves una operación para recuperar la colina de Al-Safa y los dos adyacentes puestos de control.
La fuente añade que las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al-Asad, han conseguido esta victoria luego de una lucha sucinta pero bastante feroz con los terroristas del Frente Al-Nusra, rama local de Al-Qaeda, y los rebeldes del llamado Ejército Libre Sirio (ELS) en Rankus, una localidad siria cerca de la frontera con El Líbano.
Perdiendo esa zona, el Frente Al-Nusra y sus afiliados tendrán que compartir nuevamente el cruce fronterizo de Yarud Qara, que se encuentra cerca de la ciudad occidental de Homs, con los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe).
La cadena libanesa Al-Manar, por su parte, ha anunciado la muerte de dos comandantes del Frente Al-Nusra durante esta operación para repeler el ataque terrorista.
Hezbolá ha identificado a uno de los comandantes como Abu Obaida, asesinado en el suroeste de la localidad de Serqaya.
Nuevas victorias de las fuerzas sirias se producen después de infligir grandes derrotas a los terroristas en la ciudad suroccidental de Daraa y en la Guta Oriental, en la periferia de Damasco (capital siria).
Desde su inicio en 2011, la crisis siria —protagonizada por varios grupos terroristas apoyados por ciertos países regionales y occidentales— se ha cobrado la vida de más de 270.000 personas, de acuerdo con las estadísticas del opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, capital británica. Y más de 400.000 muertos, tal como estima el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura.
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