Sin embargo, un reciente estudio en el que participaron 10.000 pacientes parece aportar la respuesta definitiva. Los resultados de esta investigación fueron presentados en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología realizado en Barcelona (España).
En la investigación realizada, se estudió el impacto del fármaco "Canakinumab", un anticuerpo monoclonal terapéutico dirigido a la interleucina-1β.
Los datos experimentales y clínicos sugieren que la reducción de la inflamación, sin afectar los niveles de lípidos, puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
El ensayo comparó tres dosis del fármaco Canakinumab: 50 mg, 150 mg y 300 mg, administradas por vía subcutánea cada 3 meses, contra un placebo, según informa estea semana la revista Science.
A los 48 meses, la reducción promedio en el nivel de proteína C reactiva de alta sensibilidad fue un 26 % mayor en el grupo que recibió la dosis de 50 mg de Canakinumab, un 37 % en el grupo de 150 mg y un 41 % mayor en el grupo de 300 mg, comparados con el grupo de placebo.
Los hallazgos de este estudio abren un tercer frente en la guerra contra las enfermedades del corazón. Hemos sido capaces de demostrar definitivamente que la disminución de la inflamación independiente del colesterol reduce el riesgo cardiovascular”, ha indicado el profesor Paul M. Ridker, académico de la Escuela de Medicina de Harvard y autor principal del estudio.
En un seguimiento mediano de 3,7 años, la tasa de incidencia fue de 4,50 eventos por 100 personas al año en el grupo placebo; 4,11 en el grupo de dosis de 50 mg; 3,86 eventos por 100 personas al año en el grupo de 150 mg y 3,90 en el grupo que fue dosificado con 300 mg.
“Los hallazgos de este estudio abren un tercer frente en la guerra contra las enfermedades del corazón. Hemos sido capaces de demostrar definitivamente que la disminución de la inflamación independiente del colesterol reduce el riesgo cardiovascular”, ha indicado el profesor Paul M. Ridker, académico de la Escuela de Medicina de Harvard y autor principal del estudio.
El estudio encontró que los pacientes tratados con el nuevo tratamiento vieron una reducción del 17 % en la angina, mientras que los que recibieron la mayor dosis, vieron disminuir las muertes por cáncer en un 51 %.
Ante estos resultados, los autores del estudio dijeron que el novedoso enfoque promete inaugurar una nueva era del tratamiento farmacológico.
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