“Hasta el momento, Occidente no ha logrado sacar a nuestro país de la economía global, y sus intentos han provocado alza de precios en el mercado mundial y temores sobre cómo soportar el invierno que se acerca”, ha subrayado este miércoles el primer ministro de Rusia, Mijail Mishustin.
En una reunión con el motivo de abordar el proyecto de presupuesto federal de Rusia, tal como ha enfatizado el alto político ruso, la campaña de sanciones de Occidente, la que busca desestabilizar rápidamente el sistema financiero de Rusia, así como debilitar los lazos económicos y las cadenas de producción del país, ha fracasado.
Según ha asegurado Mishustin, las hostilidades no han logrado sacudir la economía rusa, ya que las medidas implementadas por el Gobierno y el Banco de Rusia permitieron mantener la estabilidad financiera en ese país euroasiático.
En este marco, el primer ministro ruso ha agregado que tales proyectos han apoyado a los ciudadanos y los negocios más vulnerables del país, pese a las presiones de Occidente.
De hecho, Mishustin ha hecho hincapié en que la tasa de desempleo en Rusia es baja y la inflación está disminuyendo gradualmente.
Las declaraciones del primer ministro ruso han llegado después de que el presidente ruso también afirmara el pasado lunes que “la táctica de guerra relámpago económica [de Occidente] no funcionó”.
En efecto, el mandatario ruso aseveró que la situación presupuestaria de Moscú es ahora mejor que la de muchos países que conforman el grupo de los países de G20, en momentos en los que el Gobierno ruso ha “evitado una fuerte recesión económica” y ha logrado “estabilizar la inflación rápidamente”, de hecho, “la inflación en Rusia se podría situar en torno al 12 por ciento a finales de 2022”.
Desde el inicio de la operación militar rusa en Ucrania el 24 de febrero, la Unión Europea (UE) y sus aliados occidentales han impuesto varias olas de medidas restrictivas y sanciones contra el país euroasiático, incluido un embargo al petróleo y gas de Rusia, lo que ha provocado una grave escasez de energía en el continente.
Ante esta situación, Rusia ha dejado claro que no pedirá a EE.UU. y sus aliados que levanten las sanciones y promete seguir desarrollando su economía con el apoyo de sus “amigos”.
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